Donde todo es Música

¡No te preocupes por aprenderte estas canciones!

Y si un instrumento se rompe,

no importa tampoco.

Hemos caído en el lugar

en donde todo es música.

Aun si no quedara un instrumento más,

aun nuestros instrumentos secretos seguirán

tocando por dentro de nosotros.

Paremos las palabras pues,

abre la ventana que está en el centro de tu pecho

extiende tus brazos y toca el infinito

y deja que las notas fluyan dentro y fuera de ti.

 

Giróvagos

Todo el universo gira. Podemos levantar la mirada y contemplar las galaxias, o nuestro sistema solar, o podemos ir a lo más minúsculo, como los electrones y protones en los átomos, e incluso observar el movimiento helicoidal de las estructuras del ADN… todo gira.

La ciencia ha confirmado que la condición fundamental de la existencia es este girar. La danza del Sema imita este movimiento del universo, pues consiste en girar en relación a un centro, en la dirección del corazón, centro de nuestro ser.

Pero el Sema tiene también otros símbolos: la mano izquierda mira hacia arriba, hacia el cielo, y la derecha hacia abajo, hacia la tierra, simbolizando que los dones espirituales que recibimos los damos a la humanidad. Establecer una circulación entre el recibir y el dar es uno de los principios de la salud, ya que lo contrario es el bloqueo y la enfermedad. Otro de los símbolos del giro es que, según el Corán, miremos donde miremos sólo veremos el rostro de Dios. Y es que, como dice el gran sufí andalusí de Murcia Ibn ‘Arabī (S XII-XIII): “la creencia de que tú y Él son dos cosas separadas es errónea: sólo Dios (Allah) existe. Ver más

Dicen los Sufies que cada uno de nosotros es una nota en la Sinfonía del Universo y que mientras no la encontremos, estamos desafinando en nuestra existencia, estando fuera de tono, de lugar.

 

Música para vivir lo inefable

Para Mawlânâ Rûmî, el cosmos deviene una inmensa partitura sonora en la que no hay nada que no Le cante, nada que no Le llame, nada a través de lo cual Él no emita las más bellas melodías, es el sonido del giro de las esferas celestes, como Rumí dice al hablar de los instrumentos musicales. Este místico utiliza también el simbolismo musical para describir la naturaleza profunda de la experiencia espiritual; ya que la música expresa mejor que ningún otro medio lo que sucede en el corazón de dicha experiencia. Ya que se trata de un medio de comunicación no verbal, la expresión de esta experiencia no se ve constreñida por el lenguaje.

Entender el significado real de la música puede ser otro modo de preguntarse qué es y quién es el ser humano. La música sirve para explicar los misterios que rondan al ser humano.

El camino de la música

«Varias son las sendas que conducen a Dios; yo he elegido la senda de la danza y la música» escribió el poeta y místico Rumí (1207-1273), creador de la escuela sufí mevlevi de los derviches giróvagos.

La práctica de la música sufí en Irán tiene su origen en la época de los Zoroastros anterior a la presencia del Islam en Persia. (Ver Zarrin Panjeh p. 120).

Otro trabajo imprescindible sobre el tema es la tesis doctoral de  Carles Gómez Bárcena, El simbolismo del nay en el sufismo de Mawlānā Ǧalāl al-Dīn Rūmī. Universidad de Barcelona. 2017. 

La flauta de caña. Nay tasbih

“El nay, la flauta sufí de caña, constituye el instrumento predilecto de Rūmī. En él, verdadero protagonista del Nay Nāma, puede compendiarse, a nuestro juicio, toda la filosofía espiritual de nuestro autor, que no es sino una mística de la escucha” (GÓMEZ BARCENA,  op. cit. p. 306)

El nay, flauta de tradición antiquísima, instrumento distintivo en algunas zonas de Persia y de Asia Occidental con un papel espiritual en la música turca, junto a los Kudum, pequeños tambores que ayudan a marcar el tiempo y los halile, sonoros platos hechos en cobre, típicos de las melodías otomanas. Al sonido de los instrumentos acompaña en las celebraciones el canto vocal: es un canto ceremonial, donde a menudo los textos están extraídos de los poemas y de otros escritos del místico Rumi.

«Cuando la caña vacía ama, el Vacío ama.

Y el Vacío sólo puede amar al Vacío»