Acabo de ver el documental de “Los nenúfares de Monet, la magia del agua y la luz” en los cines de Metromar en Mairena del Aljarafe. Me ha encantado la presentación del jardín de la casa de Monet.

Es triste que en una buena sala te torturen con el volumen excesivamente elevado, sobre todo, en la parte alta. Cuando fui a avisar al empleado del volumen atronador me di cuenta que en la parte baja de la sala no era tanto, lo cual quiere decir que los amplificadores no están equilibrados. Ante nuestra solcitud lo han arreglado. Menos mal.

Me ha gustado pero no me ha encantado. Creo que el documental podría haber sido mejor: en principio, el dejar la voz original paralelamente a la del doblaje me distrae y confunde. Que pongan versión original para los que quieran y versión doblada aparte; por cierto, ésta tiene mejor dicción y es más agradable que la original, bastante sosa y lenta.
Los que vamos a ver este tipo de proyección es porque nos apasiona la pintura; y me he quedado con hambre de pinceladas, de cuadros, de zoom sobre las obras. Han sobrado muchos planos inútiles y de relleno y han faltado más visión cercana de las pinturas. En la parte introductoria ha faltado mucha información sobre Monet, por ejemplo, sus estudios de luz de la catedral de Rouen.
El personaje vive su pasión por el agua y la naturaleza, en forma de jardín especialmente; pero ¡qué forma más pobre de expresar en el documental esta pasión!