
Tenía un espejo de estilo castellano, muy básico, de madera bastante pobre y tratado con poco estilo.
Así que tomé las medidas de las superficies planas y realicé con mi técnica de la clorotinta unos dibujos florales y de animales. Los pegué y traté la madera con una pintura color caldera, después le dí una pátina de cobre y posteriormente otra de envejecimiento.
